miércoles, agosto 11, 2010

DocTic. Semana 3.Observación e indagación acerca de la práctica y la experiencia de la evaluación para otras personas.




Reflexiones de Marialicia sobre la Evaluación.
Licenciada en Relaciones Industriales. Actualmente cursa la Maestría en Gerencia Empresarial.

“Mis profesores  realizan evaluaciones en clase: trabajos, informes, ensayos, estudio de casos y distintas actividades que debo preparar en el aula de clases y hacer presentaciones de lo realizado mediante conversatorios y debates. Es una oportunidad para reforzar el conocimiento. Me gustan bastante este tipo de evaluaciones particularmente los estudios de caso, surgen diferentes criterios, una oportunidad para conocer los diferentes puntos de vista para establecer los puntos de coincidencia y llegar a consensos y me gusta porque promueve el trabajo en equipo. Hacemos uso del videobeam y de herramientas de internet, trabajamos con correo electrónico y con facebook, tenemos un blog en la cual la profesora nos coloca información de nuestro interés. Se promueve mi independencia intelectual  y me crean la necesidad de investigar, y lo hago usando internet y también la consulta de libros del área de especialidad”..


Reflexiones de Romina sobre la evaluación
Abogada en ejercicio. Estudia actualmente una Especialización en Derecho Laboral.


“En las evaluaciones, los profesores utilizan exposiciones y debates…Al usar estos medios para evaluarme tienen los profesores la facilidad para darnos la ponderación; no se llevan trabajos para corregir en casa. Este tipo de evaluaciones no me gustan pues me parecen monótonas y los profesores no me ofrecen otras formas de evaluación. No se utiliza tecnología para realizar evaluaciones. Este tipo de evaluaciones promueven mi independencia intelectual y me hacen esforzarme para ser mejor que la persona que tengo enfrente para que se dé cuenta que no me quedo sólo con lo que se me ofrece en clase sino que investigo.”


DocTic. Semana 3: La evaluación (Reflexión sobre lo vivido)

La Evaluación….!La evaluación ¡.

Cuando encuadro mi proceso reflexivo  en este término vienen de inmediato a mi mente estas palabras y frases: valoración; medición; criterios; contraste; juicios de valor; orientaciones; toma de decisiones…. Y es que para eso, entre otros alcances, me ha servido esa disposición que asumo al momento de evaluar situaciones, realidades, proyectos, propuestas….;  valorarlas en su justa dimensión- es una pretensión ¡- y de ser necesario medirlas con base a criterios que me establezco para hacer contrastes entre una cosa y otra; para tener referentes en los cuales fundamentar una decisión; para orientar mis procesos personales en búsqueda de salidas y/o respuestas apropiadas a las situaciones que me demandan hacerlo en un momento dado;
Ah ¡pero no es un proceso lineal y tan sencillo como pudiera creerse. Cobra para mí una dimensión particularmente más complicada cuando de evaluar el desempeño de otr@s se trata. Y aquí me detengo para precisar qué cosas hago y/o dejo de hacer cuando, como diseñador y facilitador de mis cursos, me dispongo a plantear el componente de evaluación de los aprendizajes los cuales he enunciado como objetivos, metas y/o competencias a ser logradas por los participantes.  Lo que busco siempre  es determinar y asegurar la correspondencia entre las actividades y herramientas/instrumentos de evaluación que les propongo y los objetivos de aprendizaje planteados. Una vez hecho esto preciso, hago público y discuto con mis estudiantes los criterios para evaluar y cuantificar sus logros. Curiosamente este es el punto que más les  llama la atención, la ponderación de lo que les solicito que realicen y entreguen como producto de cada módulo o unidad de aprendizaje. Y una vez ejecutada y entregada “la tarea”…lo que les importa saber  es, ¿cuánto saqué? ; y  muy pocas veces se levantan sus voces  para compartir cuál es el grado de satisfacción personal con lo hecho, para analizar abiertamente su correspondencia con  el esfuerzo dedicado para  producirlo y, de ser necesarias, las acciones de mejora. No es una necesidad sentida esto último. Y allí es donde creo que debo detenerme para precisar y replantear mi actuación en tal sentido para animarles y animarnos a concretarla, compartirla  y alinear los esfuerzos en función de su satisfacción.
Creo que hemos sido programados en darle prioridad a la nota, a la calificación, a lo cuantitativo más que a la consideración del componente cualitativo de la evaluación. Nos cuesta bastante apreciarla y asumirla como parte del proceso de aprendizaje; para encontrar en las voces de terceros, en sus juicios y puntos de vista, elementos orientadores y de ayuda para  autorregular mis propios procesos de aprendizaje;  para mejorar lo que tengo que mejorar y finalmente, una vez logrado el producto que me es requerido, establecer, sin temores, que lo hecho es producto de mi dedicación, de mi esfuerzo, de mis compromisos y de mi convencimiento de haber hecho las cosas correctas bien.
Considero que es muy complicado para un actor externo evaluar la totalidad de los aprendizajes que puedo lograr en cualquier experiencia de aprendizaje  puesto que generalmente se enfoca en lo que quiere ver como resultado pero desde su propia óptica y sobre la base de lo que se ha establecido como requerimiento de un curso. El aprendizaje es un proceso muy dinámico, complejo y multidimensional, de allí que como evaluadores de procesos y de productos sólo apreciamos pequeñas aristas, subpartes, de lo alcanzado por cualquier aprendiz y el esfuerzo que debemos hacer es, entre otras consideraciones, crear las condiciones para que reflexione y comparta  abiertamente sobre sus logros, sobre sus limitadores e impulsores al trabajo exitoso, sobre su agrado y desagrado ante la tarea exigida, en fin, construir - entre todos los actores involucrados en el proceso- un ambiente de aprendizaje formativo no destructivo, agradable, de confianza mutua, de sentirnos como en casa para emprender y mantenernos en la tarea de aprender con entusiasmo . Lo demás viene por añadidura y considero que es posible lograrlo si nos liberamos de las ataduras que nos hemos impuesto y dejado imponer al  erigimos, en muchas ocasiones, en jueces implacables de los demás!.De lo que se trata es sencillamente de convertir los ambientes de aprendizaje -sean éstos presenciales, semipresenciales o virtuales-, en fértiles terrenos/entornos de creatividad.
La creación de un ambiente como el descrito es, en mi opinión,  otro de los avances que aprecio  en este  curso DocTic, en el cual se incorpora un componente innovador como es el relacionado con la Rúbrica de Evaluación; Diego Leal (2010), matriz en la cual se consideran categorías y niveles para dos dimensiones estratégicas: Aprovechamiento del curso y Contribución al Aprendizaje de Otros y a partir de las cuales cada participante de la experiencia de aprendizaje  es invitado a reflejar su situación inicial y a establecer hasta donde desea llegar, y compartirlo con los participantes  de la comunidad de aprendizaje,”(…) fomentando una autoevaluación honesta del trabajo realizado”; dado que “(...) la evaluación en este curso no busca evaluar el conocimiento de los participantes, sino que estará orientada a observar las evidencias del aprovechamiento del curso y el desarrollo de habilidades que permitan a cada participante avanzar de manera crítica en su propio desarrollo conceptual, así como el nivel de contribución al aprendizaje de otros miembros de la comunidad”. (DocTic, 2010).
 Aprender sin reflexionar es malgastar la energía. - Kung FuTse, Confucio