Experiencia de participación en espacios educativos mediados por TIC . Nivel Personal
Curso: Gestión de procesos esenciales de Tele formación (http://www.campusaulaglobal.com/centro/)
Ese curso, ofrecido durante los meses de abril-mayo del presente año, lo realicé totalmente en línea movido por el deseo de continuar con mi proceso personal de formación como facilitador en entornos virtuales de enseñanza aprendizaje y como una manera de apreciar, evaluar, reforzar, replantear y/o asumir un estilo personal para la moderación de procesos en este tipo de ambientes de aprendizaje al tiempo que comparaba, a la luz de una propuesta semipresencial que venimos adelantando en nuestra universidad, su diseño, la presentación y disposición de los recursos de aprendizaje, las orientaciones y exigencias, el estilo de conducción de los procesos por parte de su facilitador, las interacciones participantes/participantes/facilitador, los productos intelectuales elaborados y las pautas de evaluación. Fue una experiencia de aprendizaje enriquecedora y me sentí bastante complacido con los resultados que logré, los cuales me han impulsado a seguir en la búsqueda de formas novedosas, no convencionales, de moderación de actividades de aprendizaje en línea.
Siempre he cuestionado, y continúo aún haciéndolo, las propuestas de cursos en línea en las cuales se coloca al estudiante/participante en una suerte de encerrona de contenidos: una gran cantidad de documentos y de recursos de información de los cuales no puede escaparse puesto que debe presentar informes/ensayos basados en tales recursos como una manera de verificación por parte del facilitador/profesor del curso de que real y efectivamente los ha procesado. El colmo de esta situación la ponía en evidencia un colega profesor universitario quien hace poco tiempo compartía conmigo su malestar ante los requerimientos de un curso de especialización en línea, en el que se le exigía analizar semanalmente material digitalizado, el cual tenía que imprimir para poder leerlo, y reflejaba su angustia al apreciar que estaba frente a documentos con una extensión de hasta mil páginas tamaño carta. Lo que cuestionamos no es la cantidad de información a ser procesada sino que muy seguramente mucho de ella no guardaba relación estrecha con los objetivos del curso y la que si pudiera haber sido pertinente, cuestión de precisiones y decisiones en la fase de diseño, podía ser presentada utilizando otros recursos; audio, video…. y se pretende que el estudiante garantice una dedicación total y exclusiva sólo para la realización de ese tipo de tareas. Más de lo mismo! Formas tradicionales de enseñanza adornadas con modernos trajes tecnológicos.
Hacer consciencia y estar alerta ante tal estado de cosas es lo que he logrado cuando me he incorporado como estudiante participante en cursos como al que hago referencia: ponerme en el “pellejo” del estudiante; sentir y reaccionar ante las presiones y los requerimientos –algunos absurdos-; vivir en carne propia momentos críticos especialmente cuando no puedes resolver o aclarar rápido una situación relacionada con el uso de cualquier herramienta, como me ocurrió cuando me dispuse a construir y publicar mi primer objeto de aprendizaje utilizando exe-learning (exelearning.org) o cuando me dispuse a diseñar mi primer mapa mental haciendo uso de mindmanager (mindjet.com)…Cómo fueron de exigentes esas muchas horas que tuve que dedicar para familiarizarme en su uso y utilizarlas adecuadamente!”. Cuando las cosas se me pusieron extremadamente difíciles pedí ayuda, la obtuve… y finalmente lo logré!. Lo que me veo haciendo es sencillamente colocarme en situación de precisar y evaluar continuamente, y desde mi propia experiencia, las formas como aprendo; las estrategias que despliego para hacerlo y con ello en mente establecer algunas rutas personales por las cuales he transitado con éxito para abordar y resolver problemas. Esas formas personales de aprender son las que comparto con mis estudiantes y les animo a hacer lo propio al momento de interactuar en nuestros cursos. Heme allí orgulloso y satisfecho con la tarea realizada y asumiendo mi rol como estudiante/docente dentro de pautas formativas….para orientar,… para colaborar, …para compartir…y lograr los productos y resultados que me establezco.
La tecnología es mi aliada cuando me apropio de ella. Cuando hago uso formativo de ella. De manera que me mantengo activo en estas lídes y en estos entornos en línea mediados por las TIC buscando siempre el uso adecuado de cualquier herramienta a la cual tengo acceso, o me es recomendada, para ponerla al servicio de mis estudiantes. La pequeña diferencia ahora, es que no recomiendo su uso sin previamente haberla utilizado y validada su pertinencia una vez que apreciado y establecido sus bondades Y/o limitaciones con respecto a los objetivos y metas de aprendizaje de los cursos bajo mi responsabilidad.
Me mantengo activo participando en los espacios educativos presenciales o en los mediados por las TIC por mis convicciones sobre lo noble de la tarea de educador y por mi vocación docente, la cual he asumido con el mayor sentido de compromiso y de servicio inclusive desde antes del momento cuando recibí mi acreditación profesional en esa área. Es y ha sido mi proyecto de vida y me mantengo activo y participando en esos ambientes gracias a la tecnología, la cual me ha permitido “estar allí” en el momento (y en el sitio) en que mi presencia y participación han sido requeridas y si en algún evento no he podido asegurar mi presencia física, propongo a sus organizadores vías alternativas y establezco alianzas con la tecnología: lo hago virtualmente a través de cualquier herramienta de comunicación: skype; wiziq, podcast. Una suerte de simbiosis entre lo tecnológico y lo educativo.
Excelente maestro es aquel que, enseñando poco,
hace nacer en el alumno el gran deseo de aprender (anónimo)
Curso: Gestión de procesos esenciales de Tele formación (http://www.campusaulaglobal.com/centro/)
Ese curso, ofrecido durante los meses de abril-mayo del presente año, lo realicé totalmente en línea movido por el deseo de continuar con mi proceso personal de formación como facilitador en entornos virtuales de enseñanza aprendizaje y como una manera de apreciar, evaluar, reforzar, replantear y/o asumir un estilo personal para la moderación de procesos en este tipo de ambientes de aprendizaje al tiempo que comparaba, a la luz de una propuesta semipresencial que venimos adelantando en nuestra universidad, su diseño, la presentación y disposición de los recursos de aprendizaje, las orientaciones y exigencias, el estilo de conducción de los procesos por parte de su facilitador, las interacciones participantes/participantes/facilitador, los productos intelectuales elaborados y las pautas de evaluación. Fue una experiencia de aprendizaje enriquecedora y me sentí bastante complacido con los resultados que logré, los cuales me han impulsado a seguir en la búsqueda de formas novedosas, no convencionales, de moderación de actividades de aprendizaje en línea.
Siempre he cuestionado, y continúo aún haciéndolo, las propuestas de cursos en línea en las cuales se coloca al estudiante/participante en una suerte de encerrona de contenidos: una gran cantidad de documentos y de recursos de información de los cuales no puede escaparse puesto que debe presentar informes/ensayos basados en tales recursos como una manera de verificación por parte del facilitador/profesor del curso de que real y efectivamente los ha procesado. El colmo de esta situación la ponía en evidencia un colega profesor universitario quien hace poco tiempo compartía conmigo su malestar ante los requerimientos de un curso de especialización en línea, en el que se le exigía analizar semanalmente material digitalizado, el cual tenía que imprimir para poder leerlo, y reflejaba su angustia al apreciar que estaba frente a documentos con una extensión de hasta mil páginas tamaño carta. Lo que cuestionamos no es la cantidad de información a ser procesada sino que muy seguramente mucho de ella no guardaba relación estrecha con los objetivos del curso y la que si pudiera haber sido pertinente, cuestión de precisiones y decisiones en la fase de diseño, podía ser presentada utilizando otros recursos; audio, video…. y se pretende que el estudiante garantice una dedicación total y exclusiva sólo para la realización de ese tipo de tareas. Más de lo mismo! Formas tradicionales de enseñanza adornadas con modernos trajes tecnológicos.
Hacer consciencia y estar alerta ante tal estado de cosas es lo que he logrado cuando me he incorporado como estudiante participante en cursos como al que hago referencia: ponerme en el “pellejo” del estudiante; sentir y reaccionar ante las presiones y los requerimientos –algunos absurdos-; vivir en carne propia momentos críticos especialmente cuando no puedes resolver o aclarar rápido una situación relacionada con el uso de cualquier herramienta, como me ocurrió cuando me dispuse a construir y publicar mi primer objeto de aprendizaje utilizando exe-learning (exelearning.org) o cuando me dispuse a diseñar mi primer mapa mental haciendo uso de mindmanager (mindjet.com)…Cómo fueron de exigentes esas muchas horas que tuve que dedicar para familiarizarme en su uso y utilizarlas adecuadamente!”. Cuando las cosas se me pusieron extremadamente difíciles pedí ayuda, la obtuve… y finalmente lo logré!. Lo que me veo haciendo es sencillamente colocarme en situación de precisar y evaluar continuamente, y desde mi propia experiencia, las formas como aprendo; las estrategias que despliego para hacerlo y con ello en mente establecer algunas rutas personales por las cuales he transitado con éxito para abordar y resolver problemas. Esas formas personales de aprender son las que comparto con mis estudiantes y les animo a hacer lo propio al momento de interactuar en nuestros cursos. Heme allí orgulloso y satisfecho con la tarea realizada y asumiendo mi rol como estudiante/docente dentro de pautas formativas….para orientar,… para colaborar, …para compartir…y lograr los productos y resultados que me establezco.
La tecnología es mi aliada cuando me apropio de ella. Cuando hago uso formativo de ella. De manera que me mantengo activo en estas lídes y en estos entornos en línea mediados por las TIC buscando siempre el uso adecuado de cualquier herramienta a la cual tengo acceso, o me es recomendada, para ponerla al servicio de mis estudiantes. La pequeña diferencia ahora, es que no recomiendo su uso sin previamente haberla utilizado y validada su pertinencia una vez que apreciado y establecido sus bondades Y/o limitaciones con respecto a los objetivos y metas de aprendizaje de los cursos bajo mi responsabilidad.
Me mantengo activo participando en los espacios educativos presenciales o en los mediados por las TIC por mis convicciones sobre lo noble de la tarea de educador y por mi vocación docente, la cual he asumido con el mayor sentido de compromiso y de servicio inclusive desde antes del momento cuando recibí mi acreditación profesional en esa área. Es y ha sido mi proyecto de vida y me mantengo activo y participando en esos ambientes gracias a la tecnología, la cual me ha permitido “estar allí” en el momento (y en el sitio) en que mi presencia y participación han sido requeridas y si en algún evento no he podido asegurar mi presencia física, propongo a sus organizadores vías alternativas y establezco alianzas con la tecnología: lo hago virtualmente a través de cualquier herramienta de comunicación: skype; wiziq, podcast. Una suerte de simbiosis entre lo tecnológico y lo educativo.
Excelente maestro es aquel que, enseñando poco,
hace nacer en el alumno el gran deseo de aprender (anónimo)